jueves, 3 de septiembre de 2009

El templo de San Francisco sufre un deterioro imparable


El desprendimiento de un pedazo de moldura de yeso sobre un asiento de la iglesia de San Francisco volvió a encender la luz de alarma. No hubo víctimas porque el accidente se produjo cuando el templo estaba vacío.
Por fuera del templo, el peligro acecha. Sobre la vereda de San Martín, frente a la Casa de Gobierno, puede observarse a simple vista un importante abombamiento del revoque, que amenaza con reventar en cualquier momento, con el riesgo de que los trozos caigan y golpeen a los transeúntes. Después de un lustro de gestiones, el proyecto de restauración del templo fue aprobado por la Nación y tiene presupuesto asignado. Pero la comunidad franciscana no tiene novedades. "No sabemos cuándo va a comenzar la obra. Siempre se frena por alguna razón y hay que volver a hacer trámites ", explica con cierta resignación el guardián del convento de San Francisco, fray Marcos Porta.

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