la familia del gobernador Alperovich, apunta a quedarse con la propiedad de calle Rivadavia 128, lindera con el edificio que ocupaba la radio LV12, adquirida por el mandatario.
Allí, Alperovich prevé construir otro edificio (uno más entre las decenas que está edificando en toda la ciudad).
La “prescripción adquisitiva” permite apropiarse de un inmueble sin tener que pagar ni un peso.
Es una figura jurídica del Código Civil por la que una persona, si demuestra que ha ocupado una propiedad por un cierto numero de años, sin oposición de terceros, puede pedir que la registren a su nombre.
Generalmente esto ocurre con propiedades pertenecientes a personas sin herederos.
En Rivadavia 128 vivía una señora llamada Cesarina Guede, que aparentemente no dejó herederos.
Pagando los impuestos pendientes, con ayuda de algún testigo y con el favor judicial de algún amigo de Alperovich, una adjudicación de este tipo se puede hacer rápidamente en Tucumán.
La operación es redonda: se sumaría una propiedad ajena, lindera a la propia, sin tener que pagar ni un peso, es decir el tipo de negocios que le encanta realizar al empresario José Alperovich, acompañado por sus familiares, amigos y testaferros.
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