En el lugar, ubicado a 75 kilómetros de San Miguel de Tucumán, está habilitado un camping con todas las comodidades para el visitante. Con poco dinero es posible llegar hasta el paraje tranqueño, donde no se paga entrada para disfrutar de un día al aire libre. También se puede pasar la noche allí.
El Boyero se llega por ruta nacional Nº 9, hacia el norte. Antes de arribar a Trancas, se dobla a la izquierda y se encara por la ex-ruta 9. A sólo 2 kilómetros, un lugar clásico ofrece diversión, con una pileta natural a disposición del visitante.no se cobra instalación de carpas ni la estadía, lo que economiza aún más el disfrute del visitante. Además, comentó que se realiza un trabajo de mantenimiento en el predio. En cuanto a la seguridad, la empleada manifestó que, como no hay una persona que reciba a la gente, todas las tardes, a partir de las 19 y durante la noche, un agente recorre el predio permanentemente; mientras que en la puerta hay una guardia policial los fines de semana.
El camping está dispuesto con luz eléctrica, baños con agua fría y caliente, duchas externas, merenderos y asadores. La oferta también incluye a personas que recorren el predio carpa por carpa, a cualquier hora de la mañana, para vender sus productos y servicios: carne y todo para el asado.
Un lugar con historia
La ciudad de Trancas tiene un legado histórico-cultural, ya que fue un punto estratégico para la defensa del Norte en las luchas independentistas. Entre los sitios que pueden visitarse, está el Templo del Sagrado Corazón en el que fue bautizada la escultora Lola Mora; en su muro, además, fue fusilado Bernabé Aráoz.
Otro lugar turístico es El Pozo del Pescado o Pozo de San Francisco, una ermita ubicada a 3 kilómetros del balneario que recuerda el paso San Francisco Solano en el siglo XVII. Según la leyenda, el religioso hizo brotar agua del suelo al clavar su bastón en la tierra con intención de saciar la sed de sus seguidores.
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