Sólo hay 1.506 basílicas menores en el mundo y el templo de Nuestra Señora de la Merced será la próxima, y la segunda en Tucumán, después de la basílica de Nuestra Señora del Rosario, del convento de Santo Domingo.En su última semana como santuario, la parroquia se apresura a terminar la confección de los signos de la dignidad papal y la unión con la Santa Sede, que deberán estar listos para la venida del nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini.
El representante del Papa Benedicto XVI proclamará oficialmente la concesión del título el sábado, en un acto al que asistirán los obispos de la región, presididos por el de Tucumán, monseñor Luis Villalba.
"El ascenso a la categoría de basílica implica no sólo un gran honor para la Arquidiócesis de Tucumán, al reconocer su importancia histórica y devocional, sino también un beneficio espiritual para los fieles. El hecho de ser basílica otorga a los creyentes que peregrinen devotamente en ese templo el privilegio de ganar indulgencias plenarias", explica el párroco del templo, monseñor Luis Liborio Randisi.
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