Siguiendo el modelo de Hugo Chávez, -que sólo acepta a periodistas que le “dibujen” la realidad según sus necesidades políticas, y persigue a los medios que demuestran independencia de criterio-, el gobernador José Alperovich avanzará en marzo con un nuevo canal de TV propio.
Se trata del Canal 12, que utilizará parte del aire de la repetidora que Canal 7 pondrá en Tucumán, y será financiado con millonarias sumas de publicidad oficial.
En Tucumán los avisos del gobierno sólo se destinan a las empresas de Alperovich y sus secuaces (LV12, radios y programas adictos, como el de El Gran Cuñado por Canal 8 y otros de Canal 10, así como a pseudoperiodistas que ofician de felpudo del gobernador). Los pocos medios de prensa que no se subordinan a la voluntad del mandatario son excluidos de cualquier pauta publicitaria.
Dentro de dos meses, a partir de la puesta en marcha del Canal 12, Alperovich contará con dos medios televisivos. Por un lado, Canal 10 -que maneja a su arbitrio, con total falta de pluralidad informativa, y ante el silencio cómplice de su propietaria, la Universidad Nacional de Tucumán- y por el otro la nueva emisora, a la que trasladará parte del personal y el equipamiento del canal universitario.
El objetivo del gobernador es seguir prostituyendo a buena parte de la prensa de la provincia, ofreciendo dinero del Estado, a cambio de elogios y censura a los críticos.
La estrategia chavista puede servirle para seguir engañando a un sector de la población, pero lo seguirá distanciando de la clase media, cada vez más crítica de Alperovich, y deseosa de encontrar otras alternativas políticas y mediáticas.
Es cierto, Alperovich está cada día más chavista. Si seguimos así en Tucumán, un día de estos el propio Chavez va a poner a su mujer de senadora para imitar a "Betty" y no ser menos que nuestro José.
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