Autoconvocados: Alperovich y Yedlin se parecen a la dictadura

La lucha de los Autoconvocados de la Salud renació luego de casi tres meses de tregua con el Gobierno provincial, y parece ser que sus reclamos llegaron para preocupar sobremanera en este 2010 a la administración alperovista.
La bronca del sector sanitario estuvo representada en las figuras icono que marcaron con su diatriba la templada noche tucumana en reclamo de una recomposición salarial superadora del acuerdo firmado en noviembre pasado con las autoridades.
Esta vez, los galenos solicitan un incremento del 60 por ciento aplicado a la base de cálculo con el objeto de mejorar la pirámide salarial, así también que se cumplimente el 82 por ciento móvil para los pasivos, la efectivización de la Ley de Carrera Sanitaria y los ítem correspondientes a la insalubridad.
Sólo cambió el año, porque la indignación perdura bajo los velos blancos de aquellos hombres y mujeres del servicio sanitario.
"En el Acta Acuerdo de 2009 dejamos en claro qué se negocia, porque nosotros no negociamos nuestra traición, nuestra lucha, no negociamos ser sobornados con cargos y ascensos", señaló el médico Jorge Ramacciotti.
Además recalcó que debe dejarse el "miedo de lado para luchar por el compañero, por el otro. Para ponerse firme contra este Gobierno".
Uno de los tópicos que no pasaron inadvertidos en la primer marcha de las antorchas de 2010, fue la Resolución 06 del SIPROSA dictaminada por el ministro Pablo Yedlin, estableciendo sanciones para aquellos médicos que realicen medidas de fuerza y no cumplan con la función social de la atención de salud.