La nueva mansión inaugurada a fines del año pasado por el gobernador Alperovich, en las calles Ituzaingó y Martín Fierro de Yerba Buena, habría sido el escenario donde el mandatario sufrió la severa lesión que todavía lo mantiene en reposo absoluto en Buenos Aires.
Si bien Alperovich teóricamente aún habita la vivienda familiar (que construyó en 2004, en Crisóstomo Alvarez al 4300, en el Parque Guillermina), el año pasado mandó que le edifiquen una lujosa residencia alternativa, en la calle Ituzaingó, para desarrollar con tranquilidad e intimidad otro tipo de actividades.
La flamante mansión, de características monumentales, incluye todo lo necesario para el relax, incluyendo gigantesco jacuzzi y gimnasio propio, además de la piscina climatizada.
Algunos opositores critican con severidad el hecho de que los dispendiosos gastos que realiza Alperovich con sus amigos y amigas en esa vivienda corran por cuenta de todos los tucumanos.
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