Está pasado de pícaro": Alperovich gasta millones del Estado en publicitar sus propios negocios privados
29 de Octubre de 2009 El gobernador no tiene límites. Gasta el dinero del gobierno en promocionar sus propios intereses empresariales. Afirma que no hay plata para la salud, y pone $ 20 millones en sus medios. "Está pasado de pícaro", dicen los médicos.
Mientras el gobernador Alperovich señala reiterativamente que la cuentas del Estado están al límite, y que es imposible otorgar mejoras a los médicos autoconvocados, en los últimos días causó mucha irritación entre los profesionales de la salud observar el despilfarro de fondos públicos en publicidades masivas que carecen de sentido, o bien que se dirigen a promocionar a empresas privadas.
Así, por ejemplo, se observa en la vía pública la profusa publicidad de una aerolínea, que realiza vuelos a Córdoba y Rosario. Es insólito que el pago de esos avisos esté a cargo de todos los tucumanos, cuando los réditos son para una firma privada.
Ya resulta habitual que cada negocio que realiza el primer mandatario con una empresa que presta algún servicio en Tucumán, conlleve la obligación por parte del Estado de hacerse cargo de la publicidad.
Además de sospecharse de las vinculaciones que pueden tener esas compañías con el oficialismo, se sabe que el grueso de la publicidad se orienta hacia los medios de comunicación del gobernador Alperovich (LV12, programas en Canal 8 y Canal 10, radios FM, etc.).
Si bien los empleados del gobernador en Información Pública jamás han difundido cuánto y cómo se gasta en propaganda oficial, se calcula según fuentes del mercado publicitario que Alperovich “invierte” 20 millones de pesos del Estado todos los años, en sus propias empresas de medios.
El negocio con estas firmas que vienen desde afuera (aerolíneas, call centers, hipermercados) no se detiene allí.
El mandatario también los induce a alquilarle inmuebles que pertenecen a la familia Alperovich o a su conglomerado de amigos y testaferros, para que las empresas promocionadas instalen allí sus oficinas comerciales.
Basta observar en dónde están instalados los locales de dos aerolíneas extranjeras promocionadas por Alperovich, una sobre calle Laprida y otra sobre calle Rivadavia.
El gobernador intenta presentar sus negocios personales como un éxito de todos los tucumanos.
Parece creer que la aerolínea rosarina nos pertenece a todos, y que es muy beneficioso que se pueda volar a Córdoba. Pero el tucumano promedio tiene otras urgencias, que deberían atenderse con el dinero estatal.
“Trabajamos. Hacemos. Todos los días.”, dice el gobierno en sus publicidades, adjudicándose el envío de arándanos a Estados Unidos.
“¿Qué me importa a mí los buenos negocios que hacen los productores de arándanos con Alperovich? ¿Por qué tenemos que pagar nosotros esas publicidades carísimas, mientras no nos mejoran los sueldos?”, se preguntaba un médico en la última movilización de Plaza Independencia
29 de Octubre de 2009 El gobernador no tiene límites. Gasta el dinero del gobierno en promocionar sus propios intereses empresariales. Afirma que no hay plata para la salud, y pone $ 20 millones en sus medios. "Está pasado de pícaro", dicen los médicos.
Mientras el gobernador Alperovich señala reiterativamente que la cuentas del Estado están al límite, y que es imposible otorgar mejoras a los médicos autoconvocados, en los últimos días causó mucha irritación entre los profesionales de la salud observar el despilfarro de fondos públicos en publicidades masivas que carecen de sentido, o bien que se dirigen a promocionar a empresas privadas.
Así, por ejemplo, se observa en la vía pública la profusa publicidad de una aerolínea, que realiza vuelos a Córdoba y Rosario. Es insólito que el pago de esos avisos esté a cargo de todos los tucumanos, cuando los réditos son para una firma privada.
Ya resulta habitual que cada negocio que realiza el primer mandatario con una empresa que presta algún servicio en Tucumán, conlleve la obligación por parte del Estado de hacerse cargo de la publicidad.
Además de sospecharse de las vinculaciones que pueden tener esas compañías con el oficialismo, se sabe que el grueso de la publicidad se orienta hacia los medios de comunicación del gobernador Alperovich (LV12, programas en Canal 8 y Canal 10, radios FM, etc.).
Si bien los empleados del gobernador en Información Pública jamás han difundido cuánto y cómo se gasta en propaganda oficial, se calcula según fuentes del mercado publicitario que Alperovich “invierte” 20 millones de pesos del Estado todos los años, en sus propias empresas de medios.
El negocio con estas firmas que vienen desde afuera (aerolíneas, call centers, hipermercados) no se detiene allí.
El mandatario también los induce a alquilarle inmuebles que pertenecen a la familia Alperovich o a su conglomerado de amigos y testaferros, para que las empresas promocionadas instalen allí sus oficinas comerciales.
Basta observar en dónde están instalados los locales de dos aerolíneas extranjeras promocionadas por Alperovich, una sobre calle Laprida y otra sobre calle Rivadavia.
El gobernador intenta presentar sus negocios personales como un éxito de todos los tucumanos.
Parece creer que la aerolínea rosarina nos pertenece a todos, y que es muy beneficioso que se pueda volar a Córdoba. Pero el tucumano promedio tiene otras urgencias, que deberían atenderse con el dinero estatal.
“Trabajamos. Hacemos. Todos los días.”, dice el gobierno en sus publicidades, adjudicándose el envío de arándanos a Estados Unidos.
“¿Qué me importa a mí los buenos negocios que hacen los productores de arándanos con Alperovich? ¿Por qué tenemos que pagar nosotros esas publicidades carísimas, mientras no nos mejoran los sueldos?”, se preguntaba un médico en la última movilización de Plaza Independencia
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