miércoles, 14 de octubre de 2009

Las cenizas de la cantante fueron esparcidas ayer en un paraje de San Javier.


Mercedes Sosa descansa en el lugar que más le gustaba: un paraje en La Sala donde podía contemplar toda la ciudad cada vez que venía a descansar. Más de 200 personas, entre familiares, amigos, algunos artistas locales y funcionarios del Ente Cultural, acompañaron el cortejo fúnebre desde el centro de la ciudad, donde se le rindió homenaje durante toda la mañana y parte de la tarde de ayer. Durante las exequias, una multitud de seguidores de la cantante acudieron al edificio de San Martín y Laprida para darle el último adiós. "Era... es la Pachamama, y ahora vuelve a la tierra para alimentarla", dijo Fernando "Cacho" Sosa, hermano de la cantante.

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