Mientras gasta cifras millonarias en sus programas proselitistas por radio y TV, el gobernador Alperovich manifiesta ahora que no tiene dinero para pagar el aguinaldo de fin de año a los empleados estatales.
El mandatario afirmó que le faltan 30 millones para poder cumplir con la obligación salarial.
No parece una cifra considerable si se toma en cuenta que la Secretaría de Prensa y Difusión de la provincia distribuye 17 millones entre los medios que responden al gobierno, comenzando por la radio propiedad del gobernador LV12, el programa de su cuñado en Canal 8, y la programación de Canal 10, que ha sido “tomada” por el alperovichismo, ante el silencio del rector Juan Cerisola y la comunidad de la Universidad Nacional de Tucumán.
Tampoco parecen mucho 30 millones si se los compara con los 100 millones que se gastarán en forma directa en la construcción de una faraónica Legislatura, o con los millonarios gastos del avión sanitario-familiar de los Alperovich/Rojkés, con el mantenimiento del batallón de policías que custodian al clan y sus amigos.
Más bien parece que la excusa de la falta de dinero es apenas una estrategia más para seguir demorando la resolución del conflicto médico. No parece un método acertado, atendiendo a que todas las mentiras que se fueron lanzando desde el Ejecutivo durante los últimos meses, en lugar de apaciguar el reclamo de los autoconvocados, lo han fortalecido.
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