La Laguna del Tesoro se encuentra ubicada al oeste de la ciudad de Concepción, al sudoeste de la provincia de Tucumán, en el departamento Chicligasta (NOA), a 1850 msnm., dentro del Parque Provincial El Cochuna. En sus aguas se reflejan los Nevados del Aconquija, con sus cumbres de más de 5000 m. (El Clavillo Tucumano, Chimberí, Bayo, y más al Norte el morro de las ruinas de Ciudacita, ruinas indígenas a 4200 msnm).
Visitada desde la década del 50, años en que los montañistas la convirtieron en un lugar de paso obligado en la marcha de ascenso a los cerros Clavillo de 5.500 m o el Chimberí de 5.320 m .
Luego de recorrer intrincados caminos y tras cruzar el arroyo El Soñador y las abruptas subidas, se llega a la Cuesta del Desesperado a 45 grados, accediendo finalmente a esta maravillosa laguna. El lugar esta ubicada al pie de los cerros con mayor altura de la cadena del Aconquija, lo cual da una belleza espectacular Tras recorrer 15 kilómetros a pie o caballo se accede a este magnífico espejo de agua situado a 1850 metros sobre el nivel del mar.
El puesto de la Laguna sirve de campamento base para las expediciones hacia los Nevados del Aconquija. Los amantes de la pesca podrán deleitarse con ejemplares como el pejerrey y truchas del río Cochuna.
El color del agua es marrón verdoso y se nutre de pequeñas vertientes desde el norte desaguando por su extremo sud.
HISTORIAS Y LEYENDAS
Una leyenda muy difundida entre los habitantes de la región y que dio nombre a este espejo de agua, relata que en su fondo, a unos 17 m, los pobladores de La Ciudacita, ante el avance codicioso de los españoles, arrojaron una gran cadena de oro de inverosímiles eslabones, además de otros metales y piedras preciosas. Que son custodiados fielmente por un toro de dimensiones colosales, con cuernos dorados de oro macizo que emerge de las aguas de la Laguna y pone en fuga a los que intenten sacar estas preciadas joyas.
Las tierras, en un principio, pertenecieron a la parte norte del antiguo Valle del Suncho o Potrero del Suncho, hábitat anterior de los indios Aconquijas. Fue descubierta por los montañistas en la década del treinta y comenzó a ser visitada asiduamente por éstos y grupos de estudiantes de toda la provincia.
Visitada desde la década del 50, años en que los montañistas la convirtieron en un lugar de paso obligado en la marcha de ascenso a los cerros Clavillo de 5.500 m o el Chimberí de 5.320 m .
Luego de recorrer intrincados caminos y tras cruzar el arroyo El Soñador y las abruptas subidas, se llega a la Cuesta del Desesperado a 45 grados, accediendo finalmente a esta maravillosa laguna. El lugar esta ubicada al pie de los cerros con mayor altura de la cadena del Aconquija, lo cual da una belleza espectacular Tras recorrer 15 kilómetros a pie o caballo se accede a este magnífico espejo de agua situado a 1850 metros sobre el nivel del mar.
El puesto de la Laguna sirve de campamento base para las expediciones hacia los Nevados del Aconquija. Los amantes de la pesca podrán deleitarse con ejemplares como el pejerrey y truchas del río Cochuna.
El color del agua es marrón verdoso y se nutre de pequeñas vertientes desde el norte desaguando por su extremo sud.
HISTORIAS Y LEYENDAS
Una leyenda muy difundida entre los habitantes de la región y que dio nombre a este espejo de agua, relata que en su fondo, a unos 17 m, los pobladores de La Ciudacita, ante el avance codicioso de los españoles, arrojaron una gran cadena de oro de inverosímiles eslabones, además de otros metales y piedras preciosas. Que son custodiados fielmente por un toro de dimensiones colosales, con cuernos dorados de oro macizo que emerge de las aguas de la Laguna y pone en fuga a los que intenten sacar estas preciadas joyas.
Las tierras, en un principio, pertenecieron a la parte norte del antiguo Valle del Suncho o Potrero del Suncho, hábitat anterior de los indios Aconquijas. Fue descubierta por los montañistas en la década del treinta y comenzó a ser visitada asiduamente por éstos y grupos de estudiantes de toda la provincia.
Más Información
Se puede acceder a la Laguna del Tesoro, por varios caminos. El más corto es el que se indica en las proximidades del puente sobre el Río Cochuna, sobre la ruta 365, que conduce a Las Estancias. En una hora y media o dos, de camino, por una breve cuesta se llega a Puesto Zárate, un extenso prado rodeado de alisos, a continuación la senda lleva por el mencionado Bosque de Fantasía y luego se prosigue por el lecho del Soñador. Tras la subida hasta el Portillo, se puede observar la Laguna y las casas del puesto.
Se puede acceder a la Laguna del Tesoro, por varios caminos. El más corto es el que se indica en las proximidades del puente sobre el Río Cochuna, sobre la ruta 365, que conduce a Las Estancias. En una hora y media o dos, de camino, por una breve cuesta se llega a Puesto Zárate, un extenso prado rodeado de alisos, a continuación la senda lleva por el mencionado Bosque de Fantasía y luego se prosigue por el lecho del Soñador. Tras la subida hasta el Portillo, se puede observar la Laguna y las casas del puesto.
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