Sus aproximadamente 180 hectáreas constituyen el principal espacio verde de la capital. En él se combina una gran cantidad de especies arbóreas. Se pueden admirar sus más de 20 estatuas, la mayoría de figuras mitológicas, el Gran Lago San Miguel y la casa del Obispo Colombres,considerado cuna de la industria azucarera.
Inaugurado en 1916 para las fiestas del Centenario de la Independencia, es particular el trazado en forma de óvalo, obra del arquitecto francés Carlos Thays.
Sus más de 400 hectáreas ocupadas en su inicio por espacios verdes, en la actualidad se han reducido a 100 hectáreas, ya que a lo largo de los años se han cedido terrenos para numerosas construcciones y edificaciones como la Estación Terminal de Ómnibus, el Hipódromo, el barrio San Martín, el barrio Sarmiento, el Departamento de Educación de la U.N.T y otros.Inaugurado en 1916 para las fiestas del Centenario de la Independencia, es particular el trazado en forma de óvalo, obra del arquitecto francés Carlos Thays.
Aún se conservan algunas atracciones, restauradas y recicladas en algunos casos, como atracciones el Reloj Floral, la Pérgola y la Fuente Luminosa, y numerosas esculturas entre las que aparecen La Vestal, el Apolo, Joven en Oración y La Venus de Milo.
También se encuentra la Casa del Obispo Colombres, construida en 1800, fue declarada como Monumento Histórico Nacional es visita ineludible en el parque. Fue la vivienda solariega del Obispo José Eusebio Colombres, cuando estos terrenos formaban de sus fincas denominada “El Bajo”. Desde este sitio se reinicio definitivamente la industria azucarera. Es el testimonio de las viviendas rurales de los tiempos de Rosas. Aquí funciona el Museo de la Industria Azucarera y en su patio se levanta un antiguo trapiche de madera y una bomba de vacío de origen británico de los viejos ingenios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario