viernes, 5 de junio de 2009

Un poco de Historia: Las Ruinas de Quilmes
















Las Ruinas de Quilmes se encuentran en la provincia de Tucumán. Remontándonos en el tiempo, la comunidad indígena de los Quilmes se estableció en los Valles Calchaquíes aproximadamente a fines del siglo XV. Su asentamiento estaba dividido en dos partes, por una lado la Ciudad de la Paz, al pie de la montaña, donde vivían la mayor parte del tiempo y desarrollaban sus actividades económicas de pastoreo y cultivo, y la Ciudad de la Guerra, en lo alto del cerro, el cual se transformaba en una verdadera fortaleza natural desde donde podían defenderse de cualquier invasor. Esta posición estratégica les permitió, en los siglos XVI y XVII, resistir al asedio español durante 130 años.

El cercamiento al cual fueron sometidos por por parte de los españoles los llevó a rendirse en 1666, no por la fuerza sino por hambre y por sed. Existen testimonios dramáticos de numerosos suicidios por parte de los indígenas, quienes en muchos casos preferían la muerte a la esclavitud, y se lanzaban al precipicio desde lo alto de su gran fortaleza.

Los sobrevivientes –unas 200 familias– fueron obligados a caminar más de 1.200 km desde Tucumán hasta la reducción de "Santa Cruz de los Quilmes" casi a orillas del Río de la Plata, que devino en la actual ciudad de Quilmes en el sudeste del Gran Buenos Aires. El proceso de desarraigo implicó la pérdida sostenida de sus dioses y sus técnicas pastoriles, mientras quedaban sumidos en una virtual incomunicación con el mundo exterior debido a las barreras idiomáticas. Su cultura se fue desangrando de a poco y sufrieron una fuerte caída demográfica. Con los años perdieron su lengua y se desintegraron como grupo étnico al desperdigarse los miembros de su comunidad.

En las fotos que verán a continuación, deben diferenciar aquellas que tienen un carácter turístico de aquellas que son las construcciones originales. La parte turística, la que tradicionalmente se ve en las fotos, fue reconstruída durante la última dicatadura militar, y es apenas una parte de lo que fue la gran ciudad-fortaleza de los Quilmes que llegó a albergar en su centro y alrededores a unas 10.000 personas. Pero adentrándonos en el terreno observaremos los restos arqueológicos originales que dejaron los Quilmes. Vale la pena hacer el recorrido.

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