Unos merenderos, cartelería que informa sobre la construcción y su significado y un predio limpio y desmalezado modificaron el aspecto del viaducto El Saladillo, uno de los principales atractivos turísticos de la provincia, que este año recibirá a los visitantes con aires renovados.El Viaducto es una antigua construcción ferroviaria, hecha toda de ladrillos (se emplearon 5 millones), ubicada a la altura del kilómetro 1.324 de la ruta nacional 9, a cuatro kilómetros de El Cadillal y a 23 kilómetros de San Miguel de Tucumán.En febrero de este año se había firmado un convenio entre el Ente Tucumán Turismo, la empresa Extremo Norte y la comuna de Los Nogales para mejorar la zona del Viaducto.Luego de un continuado trabajo, se logró revalorizar el lugar. Se mejoró el acceso, se desmalezó, se limpió el entorno, se reconstruyeron los merenderos y se colocaron paneles de interpretación y de direccionamiento de los circuitos. El viaducto fue declarado Monumento Histórico Nacional en 2000, ya que se trata de una obra de ingeniería única en Latinoamérica y un símbolo de lo que fue la ingeniería ferroviaria de la Argentina de la segunda mitad del siglo XIX.El puente tiene 308 metros de largo y 25 arcos de medio punto cuya luz es de unos 10 metros. Están sostenidos por 24 pilares de 23 metros. Sumando los cinco metros del radio de los arcos, el viaducto alcanza una altura total de 30,3 metros.
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