La obra "Lules, una huella jesuita", se representará esta tarde desde las 18 en las Ruinas Jesuitas de esa ciudad, ubicada en el kilómetro 22 de la ruta provincial 301 (ex 38).
Este espectáculo tiene un recorrido que el espectador irá transitando por tres fiestas diferentes en la escenografía natural que brindan las ruinas del monte de los lules, en donde los dioses americanos (el agua, la tierra y el fuego) contarán su versión sobre un mismo hecho: la llegada del español a Tucumán.
La obra está escrita por José Luis Alves, y en el elenco participan el mismo Alves, Soledad Banegas, José Ramayo, Pablo Liistro, Fabián Cruz, Jorge Márquez, Jorge Avila y Gustavo Velárdez, entre otros.
En el rol de los habitantes originarios actúan Pablo Costilla, Ramón "Zulu" Díaz, Raquel López, Simón Alves, María José Islas, Eduardo Pereira, Marcela Arias, Noelia Liistro y Luciana González.
La puesta es una coproducción de la Municipalidad de Lules, el Ente Tucumán Turismo y el Centro Cultural La Red Lules Teatro.
Fiestas
La fiesta del agua o el paraíso perdido se desarrolla frente al solar. Esta fiesta muestra que nuestra raíz americana proviene de la mezcla entre los lules (que significa del lugar) y todo lo que trajo el europeo. El sincretismo de religiones esta representado por el misachico tan típico del noroeste argentino.
La fiesta de la tierra o el lugar del pecado, se plantea en la iglesia. En esta fiesta se representa el momento en que piquetes armados golpean a las misiones jesuitas por orden del rey Carlos III; a partir de ese momento será disuelta la Compañía de Jesús en el actual territorio de la República Argentina.
La tercera y última fiesta es la del fuego o el infierno, en la parte posterior del edificio.
En esta fiesta se representa las guerras, las pestes, dolores y mutilaciones, pero también la sanación de las heridas, en el que los Jesuitas tuvieron un importante papel. Por último, se representa el legado Jesuita que es la educación y el trabajo counitario meticulosamente organizado.
Monumento
Las ruinas fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1994 y junto con el museo de la Banda, en Tafí del Valle, y pequeñas porciones del Convento Franciscano que funciona en 25 de Mayo y San Martín, las Ruinas de Lules forman parte del legado jesuítico con que cuenta la provincia. Las paredes del edificio que en algún momento fue habitado por los jesuitas, albergan dentro suyo más de 400 años de historia de nuestra región.
Los padres jesuitas llegaron desde Brasil en el siglo XVII para evangelizar a los aborígenes y fundar escuelas.
Las ruinas históricas están ubicadas a sólo 18 kilómetros de la capital
Este espectáculo tiene un recorrido que el espectador irá transitando por tres fiestas diferentes en la escenografía natural que brindan las ruinas del monte de los lules, en donde los dioses americanos (el agua, la tierra y el fuego) contarán su versión sobre un mismo hecho: la llegada del español a Tucumán.
La obra está escrita por José Luis Alves, y en el elenco participan el mismo Alves, Soledad Banegas, José Ramayo, Pablo Liistro, Fabián Cruz, Jorge Márquez, Jorge Avila y Gustavo Velárdez, entre otros.
En el rol de los habitantes originarios actúan Pablo Costilla, Ramón "Zulu" Díaz, Raquel López, Simón Alves, María José Islas, Eduardo Pereira, Marcela Arias, Noelia Liistro y Luciana González.
La puesta es una coproducción de la Municipalidad de Lules, el Ente Tucumán Turismo y el Centro Cultural La Red Lules Teatro.
Fiestas
La fiesta del agua o el paraíso perdido se desarrolla frente al solar. Esta fiesta muestra que nuestra raíz americana proviene de la mezcla entre los lules (que significa del lugar) y todo lo que trajo el europeo. El sincretismo de religiones esta representado por el misachico tan típico del noroeste argentino.
La fiesta de la tierra o el lugar del pecado, se plantea en la iglesia. En esta fiesta se representa el momento en que piquetes armados golpean a las misiones jesuitas por orden del rey Carlos III; a partir de ese momento será disuelta la Compañía de Jesús en el actual territorio de la República Argentina.
La tercera y última fiesta es la del fuego o el infierno, en la parte posterior del edificio.
En esta fiesta se representa las guerras, las pestes, dolores y mutilaciones, pero también la sanación de las heridas, en el que los Jesuitas tuvieron un importante papel. Por último, se representa el legado Jesuita que es la educación y el trabajo counitario meticulosamente organizado.
Monumento
Las ruinas fueron declaradas Monumento Histórico Nacional en 1994 y junto con el museo de la Banda, en Tafí del Valle, y pequeñas porciones del Convento Franciscano que funciona en 25 de Mayo y San Martín, las Ruinas de Lules forman parte del legado jesuítico con que cuenta la provincia. Las paredes del edificio que en algún momento fue habitado por los jesuitas, albergan dentro suyo más de 400 años de historia de nuestra región.
Los padres jesuitas llegaron desde Brasil en el siglo XVII para evangelizar a los aborígenes y fundar escuelas.
Las ruinas históricas están ubicadas a sólo 18 kilómetros de la capital
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