Durante la restauración del museo se halló un muro de ladrillos más antiguo que la vivienda, que podrá ser visto por los visitantes. En 15 días habilitarán seis salas. Las pinturas están lavadas, pero pueden distinguirse algunos de los motivos. Revalorización.
En 15 días, La Casa Padilla habilitará para el público seis salas totalmente restauradas y exhibirá dos murales que dan cuenta del lujo de la vivienda original y de la antigüedad del edificio.
La "A" y la "P" de Angel Cruz Padilla están marcadas en diferentes objetos como un sello de pertenencia de la casa, hoy un museo, que lleva el apellido de la familia. La antigua y lujosa casona construida en 1860 es uno de los testimonios arquitectónicos más viejos que tiene Tucumán. Una pared hallada durante los trabajos de restauración (se llevan a cabo desde el año pasado) evidencia los innumerables cambios que ha sufrido desde su construcción.
Una de las particularidades que permite descubrir la grandiosidad de las casas es la de sus murales. Para determinar cuál era el color original de las paredes de la Casa Padilla, expertos quitaron cuidadosamente las capas superficiales de pinturas y revoques y encontraron paredes con dibujos pintados a mano.
"La pintura está lavada por el tiempo, pero todavía hay sectores en los que se pueden adivinar cómo eran por los perfiles de tonos más oscuros que quedaron grabados", explicó Mercedes Aguirre, directora de Patrimonio, mientras señalaba una de las paredes que conecta dos patios y que se dejó descubierta adrede para mostrar las auténticas pinturas.
Restauración
Después de casi tres años de estar cerrada al público por el deterioro, la Dirección de Patrimonio, bajo el asesoramiento del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura, y la Dirección de Arquitectura y Urbanismo comenzaron a restaurarla.
"En la parte trasera, cuando se hacían restauraciones, descubrimos un muro que data del siglo XVIII. La idea es dejarla descubierta, sin revoque, para que se pueda ver la diferencia", explicó Aguirre. También en el Museo Folklórico se encontraron cimientos que datan de la época de la Independencia.
En marzo de este año, Carlos Moreno, miembro de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos constató el descubrimiento. "La medida de los ladrillos y la mezcla de asientos son una referencia de la antigua construcción", explicó el arquitecto a LA GACETA.
La residencia, que originalmente perteneció al ex gobernador José Frías, fue heredada por su hija Lastenia Frías, casada con el jurisconsulto Angel Padilla.
"La ley de emergencia edilicia para los museos permitió disponer de fondos para encarar trabajos. Además, cada uno de los museos tendrá un presupuesto anual para mantenimiento. Este año, el de la Casa Padilla es de $ 60.000. Una vez concluidas las obras se presentará un informe que detalle la suma necesaria para que se mantengan en buen estado", puntualizó Aguirre.
Joyas históricas
Aunque la casa abrió sus puertas a los visitantes el año pasado, y en dos semanas se habilitarán más salas, recién en diciembre -estiman- se mostrará el nuevo guión museológico.
Algunos de los objetos expuestos son un mueble original encargado por la familia Padilla para lucir la colección de cerámica china que poseía, un sillón de estilo de cuero con las iniciales "A" y "P" en el respaldar, arañas de bronce tallado, un aljibe, vidrios grabados con dibujos y las iniciales en las puertas, una cruz de madera con un Cristo tallado en piedra que data del siglo XVII, y óleos que pertenecieron a la familia, entre otros elementos.
En 15 días, La Casa Padilla habilitará para el público seis salas totalmente restauradas y exhibirá dos murales que dan cuenta del lujo de la vivienda original y de la antigüedad del edificio.
La "A" y la "P" de Angel Cruz Padilla están marcadas en diferentes objetos como un sello de pertenencia de la casa, hoy un museo, que lleva el apellido de la familia. La antigua y lujosa casona construida en 1860 es uno de los testimonios arquitectónicos más viejos que tiene Tucumán. Una pared hallada durante los trabajos de restauración (se llevan a cabo desde el año pasado) evidencia los innumerables cambios que ha sufrido desde su construcción.
Una de las particularidades que permite descubrir la grandiosidad de las casas es la de sus murales. Para determinar cuál era el color original de las paredes de la Casa Padilla, expertos quitaron cuidadosamente las capas superficiales de pinturas y revoques y encontraron paredes con dibujos pintados a mano.
"La pintura está lavada por el tiempo, pero todavía hay sectores en los que se pueden adivinar cómo eran por los perfiles de tonos más oscuros que quedaron grabados", explicó Mercedes Aguirre, directora de Patrimonio, mientras señalaba una de las paredes que conecta dos patios y que se dejó descubierta adrede para mostrar las auténticas pinturas.
Restauración
Después de casi tres años de estar cerrada al público por el deterioro, la Dirección de Patrimonio, bajo el asesoramiento del Instituto de Historia de la Facultad de Arquitectura, y la Dirección de Arquitectura y Urbanismo comenzaron a restaurarla.
"En la parte trasera, cuando se hacían restauraciones, descubrimos un muro que data del siglo XVIII. La idea es dejarla descubierta, sin revoque, para que se pueda ver la diferencia", explicó Aguirre. También en el Museo Folklórico se encontraron cimientos que datan de la época de la Independencia.
En marzo de este año, Carlos Moreno, miembro de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos constató el descubrimiento. "La medida de los ladrillos y la mezcla de asientos son una referencia de la antigua construcción", explicó el arquitecto a LA GACETA.
La residencia, que originalmente perteneció al ex gobernador José Frías, fue heredada por su hija Lastenia Frías, casada con el jurisconsulto Angel Padilla.
"La ley de emergencia edilicia para los museos permitió disponer de fondos para encarar trabajos. Además, cada uno de los museos tendrá un presupuesto anual para mantenimiento. Este año, el de la Casa Padilla es de $ 60.000. Una vez concluidas las obras se presentará un informe que detalle la suma necesaria para que se mantengan en buen estado", puntualizó Aguirre.
Joyas históricas
Aunque la casa abrió sus puertas a los visitantes el año pasado, y en dos semanas se habilitarán más salas, recién en diciembre -estiman- se mostrará el nuevo guión museológico.
Algunos de los objetos expuestos son un mueble original encargado por la familia Padilla para lucir la colección de cerámica china que poseía, un sillón de estilo de cuero con las iniciales "A" y "P" en el respaldar, arañas de bronce tallado, un aljibe, vidrios grabados con dibujos y las iniciales en las puertas, una cruz de madera con un Cristo tallado en piedra que data del siglo XVII, y óleos que pertenecieron a la familia, entre otros elementos.
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