lunes, 20 de julio de 2009

Un juego de living del siglo XIX y de estilo francés ambientará la Casa Padilla








Familiares directos de Angel Padilla, que viven en Buenos Aires, donaron muebles antiguos
Dos descendientes directos de la familia Padilla donaron un juego de living del siglo XIX al museo de arte decorativo que lleva el apellido de esa familia. Las históricas piezas fueron ubicadas ayer en la Casa Padilla y serán parte del nuevo guión museológico.
De estilo francés y tapizados con un género beige y verde (que no es el original), el sillón de tres cuerpos, las dos sillas y los dos sillones se encontraban en una residencia de Recoleta, al igual que dos cuadros con los escudos de las familias Padilla y Córdoba, que también fueron donados.
"Los muebles de madera, que llegaron a Tucumán esta semana, pertenecieron a Uladislao Francisco Padilla y María Esther Córdoba y, luego fueron heredados por sus nietas Angélica María del Carmen Padilla, de 59 años, e Isabel María Padilla, de 56 años, que residen en Buenos Aires", afirmó Gustavo Callejas, asesor letrado de la Dirección de Patrimonio del Ente de Cultura. "Decidimos donarlos porque nosotros no los íbamos a usar y pensamos que entregarlos es una cosa que a papá le hubiese gustado",

Marcelo Padilla, casado con Angélica Casabal, falleció en 2003 y su esposa en agosto del año pasado. "Ellos tenían los muebles en su casa, que ahora estamos desocupando. Estaban en uso. Fueron una herencia que fue pasando de generación en generación. Según me contaron mis familiares, mis abuelos los trajeron de Tucumán a Buenos Aires cuando se radicaron aquí. Eran parte del mobiliario de la Casa Padilla y ahora vuelven a su lugar", precisó Isabel.
Aunque las piezas se encuentran en perfecto estado de conservación, Callejas explicó que serán enviadas al laboratorio de restauración para garantizar que se preserven.
"Una de las particularidades de los sillones es que todos tienen ruedas; algo característico de los muebles de sala antiguos, porque era práctico para moverlos", contó Callejas.
Los muebles fueron donados en mayo de este año y aunque la Dirección de Patrimonio del Ente Cultural documenta la incorporación del mobiliario, en las tareas de embalaje y traslado intervino la Casa de Tucumán en Buenos Aires
La vieja casona de 25 de Mayo 36 es el único testimonio arquitectónico de fines de 1800 que queda en pie en esa cuadra. El hoy museo fue la casa del ex gobernador José Frías que se la cedió a su hija Lastenia, casada posteriormente con Angel Padilla.
Algunas de las piezas de gran valor patrimonial que alberga la antigua residencia se encuentran una colección de porcelana china y un juego de tres sillones con bordados a mano.
"Los tapices fueron bordados por Elvira Salvatierra de Padilla, esposa de Ernesto Padilla, con motivos inspirados en la Abadía de Cluny, un monasterio francés que data del siglo XI, ubicado en el municipio homónimo", contó José Alderete, guía del museo.


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