viernes, 31 de julio de 2009
Una fusión sacramental de dos siglos
Las paredes relucen su blancura con los rayos del sol y el piso, del color de la naranja, brilla al mediodía como si fuese recién estrenado. La iglesia de San Ignacio de Loyola es tan añeja como coqueta. Pero lo más curioso es que, como en un escenario del realismo mágico, la pequeña capilla está emplazada dentro del cementerio del pueblo. La iglesia y el cementerio conviven en un mismo predio desde hace más de 260 años, lo que le valió la declaración de Monumento Histórico Nacional. El cementerio fue creado en 1746 y todavía se mantiene intacto, al igual que la capilla con su antiguo campanario. Hoy, como ocurre cada 31 de julio, se celebran las fiestas patronales de San Ignacio Loyola, en las que todo el pueblo le rinde culto al santo.
La imagen de San Ignacio, vestido con una túnica blanca y una mitra negra en la cabeza, se muestra de pie a un costado de la nave principal del templo. Afuera, el aire es tenue como si no quisiera interrumpir el silencio en el cementerio.
Entre locros y tamales
La tradicional fiesta de los lugareños comenzará hoy, a media mañana, cuando los chicos reciban la confirmación durante una misa que se realizará en la histórica capilla. Luego, por la tarde, habrá un festival con reconocidas figuras de la música folclórica.
Entre zambas y chacareras, los asistentes podrán degustar las comidas típicas como locro, humitas, tamales y empanadas en los distintos puestos de venta alrededor del predio donde actuarán los artistas. Se trata de una jornada de fiesta en la que los pobladores y los visitantes renuevan su fe en San Ignacio de Loyola y auguran un buen año de cosechas en un sincretismo de antaño.
Una pincelada primaveral en la ciudad
El acondicionamiento de la plaza 9 de Julio, en el corazón de la ciudad de La Cocha, le da un toque de frescura y colorido a la urbanización pueblerina. Es un pintoresco espacio verde, frente a la añeja construcción de la iglesia San José Obrero, donde los pobladores disfrutan de su tiempo libre.
La morada del pejerrey
En el dique Los Pizarro, ubicado en la comuna del mismo nombre, es un sitio ideal para la pesca de pejerrey. Para llegar al embalse hay que transitar por la ruta provincial 334 (en buen estado) en un trayecto de siete kilómetros desde La Cocha. La represa parece dormir una siesta eterna en medio de la selva.
Hongos
En el camino a la cascada es común observar distintos tipos de hongos, que crecen en los lugares más húmedos del bosque. Hay de todos los tamaños, desde los microscópicos hasta los que, por su forma, parecen un huevo frito.
Con calzado y ropa deportiva
Para realizar la caminata de una hora hacia la cascada de Los Pizarro hace falta un buen estado físico. El trayecto tiene un sendero de un metro y medio de ancho, pero antes de llegar a la caída de agua debe cruzarse el río repleto de piedras. Es necesario llevar alimentos, bebidas y calzado y ropa adecuada.
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